Pensamientos de un pintor enamorado
¿Por qué la belleza no es eterna?
Será acaso porque lo que tenemos que dar a cambio de ella es perderla, aún cuando el momento en que la pierdes es la muerte. Privando de ese modo a todos aquellos que viven y respiran de la belleza ajena.
¿Cómo puedo vivir con una vaga idea de la perfección y no tenerla físicamente entre mis manos?
La memoria con el tiempo se pierde y con ella muere la hermosura, la única manera de preservarla es plasmarla ante los ojos para evitar el destinte lento y casi imperceptible de la imagen en la mente. Pero al ver tanta belleza junta y no perderse ni el más mínimo detalle de ella, sólo incrementa la angustia de saber la imposibilidad del deseo físico que existe en lo más remoto de nuestro ser, dejándonos sólo con un amor tan profundo que no podemos ver la realidad y la imagen de una amada ideal que jamás existirá.
Será acaso porque lo que tenemos que dar a cambio de ella es perderla, aún cuando el momento en que la pierdes es la muerte. Privando de ese modo a todos aquellos que viven y respiran de la belleza ajena.
¿Cómo puedo vivir con una vaga idea de la perfección y no tenerla físicamente entre mis manos?
La memoria con el tiempo se pierde y con ella muere la hermosura, la única manera de preservarla es plasmarla ante los ojos para evitar el destinte lento y casi imperceptible de la imagen en la mente. Pero al ver tanta belleza junta y no perderse ni el más mínimo detalle de ella, sólo incrementa la angustia de saber la imposibilidad del deseo físico que existe en lo más remoto de nuestro ser, dejándonos sólo con un amor tan profundo que no podemos ver la realidad y la imagen de una amada ideal que jamás existirá.
Y con un suspiro eterno la imagino y la visualizo ante mi; con ojos melancólicos que me ven fijamente; con una rojiza y larga cabellera de seda, que baila al ritmo de la canción que susurra el viento; con una presencia tan imponente que nadie pensaría que horas antes no existía; con la piel más tersa que cualquier mujer pudiera tener y la inocencia de una niña pequeña, ella era la armonía del viento, del mar y de la tierra.
Por: Andrea L. Poot Paredes
